Así es Fuerteventura, que visitar?
Ubicada a menos de 100 km de la costa noroeste de África, se respira cierto ambiente africano en sus tierras. La gente vive a un ritmo muy tranquilo y en armonía con la bella naturaleza que tiene la suerte de poder disfrutar. Las playas de Fuerteventura son su activo turístico de mayor peso, pero no el único. Barridas a menudo por un viento que hace las delicias de los amantes de los deportes acuáticos con tabla, es sede de los mundiales de windsurf.
En este post os damos una idea de lugares increíbles para visitar en la isla
1. Islote de Lobos
Desde el puerto de Corralejo, parte cada día el ferri con rumbo al islote de Lobos, un espacio de unos 4 kilómetros cuadrados cuya belleza natural está protegida en su totalidad.
Dicen que el islote de Lobos es una representación en miniatura de los mejores atractivos naturales de las islas Canarias. Un volcán, un pueblecito marinero, lagunas naturales, playita paradisíaca e incluso un faro.
Al recorrerlo no puedes salirte del sendero delimitado por piedras grises. En el camino te encontrarás con el volcán de la Caldera – que con sus 127 metros de altitud es el punto más alto de la isla -, las aguas turquesas de la playa de El Puertito y las pocas casas bajas del pueblo homónimo.
Equípate con agua, bocadillo y gafas de bucear y disfruta de esta excursión a uno de los mejores lugares que ver en Fuerteventura.
2. Península de Jandía
Esta península se halla separada del resto de Fuerteventura por el Istmo de la Pared. Sin duda, se trata de uno de los lugares que visitar en Fuerteventura, con una morfología preciosa que incluye un sistema de dunas fósiles.
Tiene dos vertientes muy diferenciadas. La de Barlovento es menos visitada debido a la inexistencia de buenos accesos. Sus caminos de tierra deben ser recorridos a pie o en un vehículo 4×4. Sin embargo, la recompensa es buena. Aquí se encuentra la salvaje playa de Cofete, con su islote y sus 9 kilómetros de playa virgen.
En la vertiente de Sotavento se encuentra Morro Jable – una de las principales localidades turísticas de Fuerteventura – y 26 km de playas de arena blanca. El viento sopla aquí con fuerza, siendo la sede de una prueba de los campeonatos del mundo de windsurf y kitesurf.
3. Montaña de Tindaya
La montaña de Tindaya – ubicada cerca de La Oliva, en el noroeste de la isla – era considerada sagrada por los aborígenes que poblaban Fuerteventura. Así lo confirman los más de 300 grabados que se han encontrado en sus paredes de piedra de 400 metros de altura.
Tindaya es árida, como árido es el paisaje que le rodea. Eso sí, recuerda que es un espacio protegido y de gran valor arqueológico, por lo cual está prohibido escalarla. No te arriesgues a dañar el patrimonio por seguir los pasos de algunos turistas poco respetuosos.
4. Parque Natural de Corralejo
Este Parque Natural alberga, junto con el de Maspalomas (Gran Canaria), el campo de dunas más importante de las Canarias.
Estas grandes dunas se formaron por la disgregación y pulverización de conchas de moluscos y otros organismos marinos con esqueleto externo rígido. Tiene una superficie de unas 2.700 hectáreas y se encuentra en la punta norte de Fuerteventura.
El espectacular paisaje se completa con unas playas increíbles en las que encontrarás las coloridas cometas de los kitesurfers casi todos los días del año.
5. Mirador de Morro Velosa
Morro Velosa es el lugar perfecto para disfrutar de este paisaje de árida belleza y también para recrearse en el edificio del mirador, obra del famoso y prolífico artista canario César Manrique. Este mirador es parada obligada para quien desee descubrir una Fuerteventura distinta a la de las postales turísticas. El interior de esta isla Reserva de la Biosfera de la Unesco sorprenderá al visitante por sus paisajes agrestes sin núcleos turísticos ni dunas. Ante el viajero se abre una sucesión casi infinita de colinas redondeadas y coloreadas de múltiples tonos ocre, y entre ellas, barrancos sinuosos con escasos pueblos y caseríos en sus fondos. Es sin duda un paisaje sorprendente que transmite serenidad y amplitud.
6. Pueblo de Bethancuria
Betancuria, primer pueblo de Fuerteventura en entrar a la Asociación Los Pueblos más Bonitos de España, debe su nombre al conquistador francés Jean de Bethencourt. Uno de sus atractivos arquitectónicos es una visita a la primera catedral de las islas, la Iglesia de Santa María. Betancuria ofrece al viajero sumergirse en un paseo por su arquitectura típica rural, caracterizada por paredes de cal y balconadas de madera. Tiene muchísimos rincones escondidos que sorprenden al turista a cada paso, además de una esencia a su pasado de comunidades de piratas. Por si fuera poco, está rodeada de un magnífico entorno volcánico, lo que lo hace uno de los lugares más visitados de Fuerteventura.
7. Barranco de los enamorados
El Barranco de los Encantados o Barranco de los Enamorados, se localiza en las inmediciones del pueblo de Lajares, municipio de La Oliva.
Se trata de uno de los paisajes más imprisionantes de Fuerteventura, las singularidad que forman las rocas sedimentarias, que surgen de antiguas acumulaciones de arena situadas bajo el mar, componen un paraje increible.
Este espectacular paisaje paleodunar se produjo hace más de 135.000 años, al iniciarse un importante descensos en el nivel del mar, quedando al descubierto estos sedimentos, que son bancos de arenas submarinos arrastradas por los vientos hacia el interior de la isla. Ningún barranco de Canarias presenta un paisaje tan característico y peculiar como el Barranco de los Encantados: dunas fósiles excavadas por el agua. Se trata de un paisaje único, el Barranco de los Enamorados era hasta hace poco la “Petra” de Fuerteventura y de Canarias.
8. Aguas Verdes
Fuerteventura es sinónimo de playas infinitas de fina arena rubia. Sin embargo, su costa oeste, de oleaje más bravío, esconde tesoros de irrenunciable visita si se busca el contraste. Aguas Verdes, en Betancuria, es uno de ellos y resume a la perfección la amplia oferta de piscinas naturales vírgenes de las Islas Canarias. Unos seis kilómetros se ven salpicados por charcos y entrantes de mar dignos de una visita si la prioridad es el relax y el aislamiento sin huellas humanas. Las señales humanas más cercanas a esta colección de piscinas son la carretera de asfalto que lleva al enclave y las pistas de tierra que enlazan con los charcos. Antes de disfrutar del sol y el agua, resulta poco extraño ver ardillas locales, atractivo que se completa con los grandes cangrejos que pueblan las rocas. Los baños en las limpias y calientes aguas suponen la guinda perfecta para entender esta visita como una excursión alternativa en la isla de las playas.
9. Jardín botánico Fuerteventura
El área del Jardín Botánico está ocupada principalmente por productos piroclásticos y escorias volcánicas basálticas pertenecientes a la Serie Inferior del primer ciclo volcánico (Serie I) del Mioceno. La conservación de plantas amenazadas es una de las misiones principales de los jardines botánicos. El Jardín Botánico de Fuerteventura mantiene las doce especies endémicas que se encuentran únicamente en la isla de Fuerteventura, la mayoría amenazadas de extinción.
10. Cuevas de Ajuy
Las rocas más antiguas de Canarias afloran a la superficie en las Cuevas de Ajuy, declaradas Monumento Natural, y localizadas en la localidad del mismo nombre, al norte del pueblo de Pájara. La maravilla geológica consiste en observar a simple vista los sustratos sedimentarios que se formaron en las profundidades oceánicas en el periodo cretácico, hace entre 100 y 150 millones de años. Es un hecho que supone un misterio, pues se data la formación de Fuerteventura en unos 30 millones de años. Del acceso a las cuevas destaca el recorrer una duna fosilizada, y el poder observar en el camino unos antiguos hornos de cal, singulares por embarcar la piedra directamente al mar.
11. Morro Jable
Morro Jable nació a principios del siglo XX gracias a las familias que se asentaron en la zona para dedicarse a la agricultura, la pesca, la ganadería y al negocio de la cal. Tiempo después, el ingeniero alemán Gustav Winter adquirió la península de Jandía y decidió darle un fuerte empujón económico promoviendo el turismo e inaugurando el primer hotel de la zona.
12. El Cotillo
El pueblo de El Cotillo, en el extremeño noroeste de Fuerteventura, ha sido históricamente un pueblo pesquero. Aunque en las últimas décadas ha repuntado por su interés turístico, ha sido capaz de conservar su esencia marinera. Precisamente, la práctica de actividades deportivas relacionadas con el mar es uno de sus principales atractivos, contando en su interior con numerosos establecimientos y escuelas de surf, kitesurf, paddle surf, windsurf, o la última de estas disciplinas en popularizarse, el wing foil.
Fuente: “Islas Canarias”